Un catalizador muy importante para la aceleración de las operaciones de cambio fue el rápido desarrollo del Mercado del Eurodólar; en el cual los dólares estadounidenses se depositan en bancos fuera de los Estados Unidos. De manera similar, los Euromercados son aquellos en los que los activos se depositan en una moneda distinta de la moneda de origen.
El Mercado del Eurodólar surgió por primera vez en la década del 50, cuando los ingresos de Rusia por ventas de petróleo -todos en dólares- fueron depositados fuera de los Estados Unidos ante el temor de que fueran congelados por las autoridades de regulación de los Estados Unidos. Eso originó un vasto pool de dólares proveniente del exterior, fuera del control de las autoridades de los Estados Unidos. El gobierno de los Estados Unidos impuso leyes para restringir los préstamos en dólares a los extranjeros. Los Euromercados eran particularmente atractivos debido a que tenían muchas menos regulaciones y ofrecían rendimientos más altos. Desde fines de los 80 en adelante, las empresas de los Estados Unidos comenzaron a pedir préstamos en el exterior, encontrando en los Euromercados un centro beneficioso donde mantener la liquidez excesiva, proporcionar préstamos a corto plazo y financiar exportaciones e importaciones.
Londres fue, y continúa siendo, el principal mercado offshore. En la década del 80, se convirtió en el centro clave en el Mercado del Eurodólar cuando los bancos británicos comenzaron a otorgar préstamos en dólares como una alternativa a las libras, para mantener su posición de liderazgo en las finanzas mundiales. La conveniente ubicación geográfica de Londres (que opera al mismo tiempo que los mercados asiáticos y americanos) también es decisiva para la preservación de su dominio en el Euromercado.
martes, 28 de septiembre de 2010
La Explosión del Euromercado
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